Limpieza y desinfección en casa: tu guía rápida

Desde siempre, la limpieza y desinfección exhaustivas del hogar y lugares de trabajo ha sido un tema de preocupación para las personas a nivel global. Los métodos e indicaciones han cambiado conforme la ciencia médica descubre más información, lo que también ha contribuido a combatir esa otra gran pandemia cuyo “virus” es la desinformación.

En el medio ambiente, los virus y gérmenes están en el aire, agua y suelo, son parte de la realidad cotidiana y algunos de ellos son inofensivos, pero otros pueden causarnos diversas enfermedades. Por eso es importante efectuar una buena rutina de limpieza y desinfección de nuestro hogar frecuentemente.

Limpieza y desinfección, ambas son útiles, pero no son lo mismo.

La limpieza retira la mayoría de los virus y bacterias, mientras que la desinfección los aniquila, y hay que utilizar los productos adecuados para cada tarea, así como seguir al pie de la letra sus instrucciones de uso para que sus activos funcionen, pero sobre todo, para evitar riesgos por intoxicación accidental o irritación de las vías respiratorias.

La actualización más reciente del sitio web en español de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que es la agencia de salud pública de Estados Unidos, indica lo siguiente respecto a limpieza y desinfección del hogar:

Limpieza regular.

De acuerdo con información de los CDC, para eliminar virus y bacterias, debe hacerse limpieza de rutina en las superficies de contacto frecuentes, como manijas de puertas, mesas e interruptores de luz, con productos que contengan jabón o detergente, y realizar ventilación natural de todos los espacios.

Desinfección.

Recuerda que es muy importante leer las etiquetas de los productos que vamos a aplicar, para hacerlo correctamente y por si requerimos guantes o gafas para protegernos durante el proceso; asegúrate de destinar utensilios exclusivamente para este fin. El primer paso es limpiar tal como lo hagas normalmente, y luego desinfectar.

A diario:

Áreas comunes o de alto tránsito, como entrada principal, pasillos, manijas e interruptores, sala de estar, baños y cocina. En el caso del cuarto de baño puede ser hasta tres veces al día si lo usan muchas personas. Después seguirían los pisos, paredes, mesas, sillas, escritorios, puertas del refrigerador, horno de microondas, gavetas y cubierta de la cocina. Si una persona se está recuperando en casa y manipula electrodomésticos de uso común, como licuadora, cafetera, extractor de jugos, etcétera, es conveniente desinfectarlos también.

A consideración según la frecuencia de uso:

Para tapetes, alfombras y tapicería limpia con agua y jabón. Si no se puede lavar, aplica vapor (150-180°C) y spray desinfectante.

En superficies de vidrio, metal o plástico, la técnica del triple balde te puede servir. Necesitas tres cubetas y 3 trapos o jergas distintos, y los pasos son:

1. Enjabonar: agua, jabón y trapo para limpieza.
2. Enjuagar y secar: agua y trapo limpio para retirar el agua sucia y secar.
3. Desinfectar: prepara la solución desinfectante de tu preferencia, asegúrate de retirar todos los residuos jabonosos y pasa el tercer trapo humedecido con esa solución.

En pantallas o dispositivos electrónicos, usa alcohol al 70%, deja secar al aire por al menos un minuto y retira excesos de ser necesario.

Cuando termines, ventila las áreas y lava tus manos durante 20 segundos, o si no hay agua o jabón, aplica gel antibacterial que contenga al menos 60% de alcohol.

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La correcta limpieza y desinfección de tu hogar garantiza tu bienestar y el de tus seres queridos. Cuéntanos cómo lo logras en tu casa y comparte este artículo para que más personas sepan cómo hacerlo. ¡Disfruta tu vida como tú la quieres!